Trabajando la idea

Por otra parte, existe una serie de ideas que saben presentarse cuando se plasma la idea. Para afrontarlas hace falta conocer las condiciones que rigen el proceso:

1- Pasar de lo general a lo particular y de lo particular a lo universal. Precisar el tema y sus componentes. Distanciarse del “yo soy yo” al “yo soy otro”. Aunque se trate de experiencias propias. El mundo escrito debe tener un significado universal.
2- Ir a la totalidad del mundo narrado: Construir la intriga. De todas las ideas posibles se toma como hilo conductor a la que sufre una transformación entre el principio y su final.
3- Conectar el argumento con su forma y trabajar la trama. Para que la historia narrada pueda ser captada por un lector debes crear un entramado argumental que responda a la forma que consideres pertinente solo para esa historia.

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